83. Tao Te Ching

Desde varias y variadas perspectivas se llega a los mismos sitios. Cada autor, cada maestro, cada persona, ha experimentado el saber partiendo de un punto, que le ha sido dado o que estaba a su alcance poder entender. Por eso centran su saber, sus escritos, sus conferencias, sus vídeos, sus actividades, desde esa perspectiva y hacia un enfoque común. Sin embargo, te darás cuenta que nadie impone su verdad como la única. Proponen, alientan, impulsan, dan a conocer…

Lo que no estamos facultados aún para entender, no lo entenderemos. De hecho, ni lo veremos. Podemos leer mil libros ( o ver mil vídeos, o ir a mil clases de’…) que si no estamos preparados para entender, no conseguiremos ni vislumbrarlo.

He llegado a la conclusión (verdadera o no) de que mi habilidad está en analizar distintos puntos de vista, unirlos, ver los puntos en común, vislumbrar su enfoque último y verdadero, para traerte, de todas las formas posibles que se me puedan ocurrir, una misma forma de entender y vivir la vida.

Cada cual transmite desde su enfoque. Desde la psicología, el coaching, la religión, la neurociencia, PNL, yoga, ciencia, autores, filosofías, experimentación personal… la lista es innumerable, ¡hay tantos caminos para llegar al Camino!

Por mi mente abierta y, a la vez, analítica, y mi motivación por aprender, puedo traerte mi interpretación sobre distintos puntos de vista y lo que confluye en común de cada uno de ellos.

Algo de todo lo que escriba te hará entender, algo de todo te hará ver, algo de todo te ayudará. Y, lo que no resuene en ti, pasará por delante sin que veas.

Ya estamos en fase de Volar. Quien haya pasado por el proceso de Aletear, Revolotear y Volar ya está listo para todo lo siguiente que vendrá. Quien ya haya puesto su intención en adentrarse en su interior para descubrir lo que yo llamaba «el tú mismo de verdad», ya habrá vislumbrado el Ser. Quien lo haya visto, ya Sabe.

Hoy te traigo una nueva (y, sin embargo, muy antigua) perspectiva o punto de inicio: el Tao Te Ching, de Lao Tse. Un libro chino, que no se sabe a ciencia cierta su fecha verdadera. Es el libro más traducido, después de la Biblia. Sigue siendo un valioso recurso para llevar una manera de vivir que garantiza integridad, alegría, paz y equilibrio. Tao Te Ching podría traducirse como el libro del camino. Tao, Camino, Fuente, Dios…

Te traigo uno de sus versos, para tratar el tema del artículo de hoy.

Verso IX

Más vale detenerse

que seguir hasta el exceso.

Si llenas demasiado la copa, termina desbordándose;

es mejor dejar de verter líquido en ella.

Si afilas demasiado la navaja,

echarás a perder su hoja.

Si llenas tu casa de oro y jade,

atraerás hacia ti la desgracia.

Si te envaneces de honor y orgullo,

nada podrá evitar tu caída.

Retírate una vez cumplida la obra;

ese es el camino del cielo.

Sin entrar a analizar todo el verso, el mensaje que quisiera hoy recalcar es:

Busca la alegría en todo lo que hagas, en todo lo que logres, en todo lo que tienes, pero no te dejes llevar por tu ego.

Tu ego desea que consigas más y más, que no pares, que vayas a por más, que hagas más…

Y, si le sigues, nunca estarás satisfecho, esa será tu caída, porque no estarás disfrutando de tu presente, de lo que ya tienes, de lo que ya eres…

Ya establecimos lo que queremos conseguir, ya sabemos qué nos mueve en la vida, sabemos qué queremos para cada aspecto de nuestra vida. Ya hemos iniciado un cambio desde nuestro ser para hacer y para luego, tener.

La felicidad no está en tener más y más. Somos adictos a querer más.

(Y las influencias que recibimos tampoco ayudan en absoluto, dígase publicidad, consumismo… poniendo en nuestras mentes necesidades, que realmente no tenemos).

Mientras nuestra atención (y energía) está en conseguir más, en tener lo que no tenemos, y, en lo que no queremos, nos estamos perdiendo el presente, ¡con todo lo que tenemos para agradecer!, con todo lo que pasa a cada momento y que nos perdemos por estar pensando (demasiado) en futuro. No nos damos cuenta de que tenemos lo que necesitamos. Deberíamos obligarnos a parar para ver que lo que tenemos ¡es lo que queremos!

(Cuidado, sé lo que vas a decir. Tu situación es muy, muy mala. Desde dentro de ella, no me vas a entender. NO quieres lo que tienes, no quieres tu situación. ¿Te has planteado seriamente lo que quieres? Párate. PÁRATE. Observa, desde fuera de tu situación, lo que tienes y a quién tienes. ¿Lo quieres? Más allá de tu situación, ¿quieres lo que YA tienes? Si aciertas en llevar esta reflexión en profundidad, habrás conseguido gratitud por tu vida. Diferencia tu vida de tu situación de vida.)

Ehh… sigamos. Más vale detenerse. Sí, hay que detenerse. Hay que detenerse para valorar, para apreciar, para agradecer. Separa tu ego de ti. De vez en cuando, conviene hacerlo.

Retírate una vez cumplida la obra.

Conviértete en quien quieres ser, haz lo que tengas que hacer… y disfruta. El camino es el camino, no el resultado. Cuando llegues a tu meta, disfrútala. No vayas corriendo a por otra. La desgracia está en perseguir más y más. La vida es estar en cada momento, viviendo lo que cada momento te trae. No te pierdas más allá, no acumules sin sentido. Lo que tengas, disfrútalo. Porque, a fin de cuentas, es lo que tienes.

Con cariño,
Mariposa Azul de Luz
 
 

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