68. La vida es sufrir.

¿Hemos dicho ya que vamos a Volar?

Pues prepárate porque lo de hoy es bastante profundo.

Detente en cada frase para que, al menos, comiences a entenderlo.

Abre tu mente al máximo, porque a tu mente le va a costar, no está acostumbrada a lo que hoy va a ver.

No,

la vida no es sufrir.

 

Solo pretendo que te inicies en este concepto, aunque dándote todas las claves, pero soy consciente de que va a costar. Si no lo entiendes hoy, no te preocupes, aún tengo muchas cosas que mostrarte en sucesivos artículos. Ya lo entenderás en la medida en que vayas creciendo, aceptando, dejando ir y confiando en la vida. Esto es un camino, que hay que recorrer. No pretendo adelantarlo, pero sí hacerte ver que llegarás aquí si sigues recorriendo tu camino de aprendizaje en la vida.

Si estás en un cierto nivel de desarrollo, me entenderás perfectamente, aunque quizás nunca lo habías pensado así.

Te diré como llegué a las conclusiones que vas a leer:

Por más libros, autores y grandes maestros que he leído, que coinciden en que cuando tienes un problema, una dificultad, hay que soltarla, no hay que prestarle atención, y deja de ser un problema; me costó mucho asimilarlo, entenderlo y aplicarlo a mi vida. No encontré a nadie que me explicara cómo se hacía y el porqué.

Y eso es lo que voy a tratar de transmitirte, con mis palabras, a mi manera.

Una vez ves esto claro, dejas de sufrir.

Yo tuve que sufrir para llegar a entenderlo y tienes que saber que no tienes la necesidad de sufrir, porque no es necesario. Porque la vida no es sufrir. Cuando lo entiendas, cuando lo veas claro, comenzarás a respirar y a sonreir de verdad.

se sufre porque se resiste. Y porque prestas la mayor parte de la atencion en eso que te hace sufrir.

Si te centras en otras cosas, si inicias algo distinto, si te enfrascas en un proyecto, si te enfocas a algo distinto, otras personas o situaciones… si buscas salir de ese problema, de esa confusión, para NO PENSAR LO MISMO, se te abre en la mente nuevas formas de ver, una nueva perspectiva. Pero es necesario esforzarse en hacer otras actividades, en pensar en otras cosas. Seguirán habiendo momentos de sufrimiento, momentos de solo pensar en el problema, pero cada vez serán menos

Y te explico por qué ésta es la única opcion.

Para resolver ese problema, ese mismo en el que no dejas de pensar, puede parecer incoherente dejar de prestarle atención, pero es lo que hay que hacer.

Cuando estás enfrascado en un problema, confusión, dificultad, complicación…, o un deseo, un objetivo que se resiste, que no llega, que te hace pensar mucho, que incluso sufres… solo tienes esa perspectiva. Solo piensas desde ti. Solo piensas desde el tú que eres ahora mismo.

La vida, tan curiosa ella, nos pone retos, que nosotros percibimos como dificultades, para que nos superemos, para que crezcamos.

Cuanto más tiempo y esfuerzo mental ponemos en esa dificultad, más sufrimos y más tarda en resolverse. Y, generalmente, luego «a toro pasado», vemos que ni tan siquiera sabemos cómo logró resolverse, porque se dieron circunstancias que hasta ese mismo momento no se habían dado para su resolución, y de repente, se solucionan, o se olvidan.

Pero la vida, voy a decir en su juego, te está diciendo algo. Y no necesariamente a través de esa dificultad. El mensaje es para ti. Y por eso, te lo tiene que hacer ver, lo hace a lo grande, tienes que enterarte, tienes que padecer un poquito teniendo esa dificultad, para darte cuenta de que hay algo que aprender. Es el semáforo en rojo, la luz de neón, la sirena del coche de polícia… lo que sea que hace que despierte rápidamente tu atención. Y, claro, tú te enfocas en eso. Pero, como digo, no necesariamente es de eso de lo que te tienes que ocupar.

Lo que está claro es que algo en ti ha de desarrollarse. Y, por otro lado, tú también estás pidiendo deseos o quieres lograr unos objetivos, que el tú de ahora mismo no tiene.

Siempre te digo que para lograr tus objetivos tienes que ser la persona que Es la que los tiene, porque si ya lo fueras, ya los tendrías.

Y, la vida te pone una dificultad. Bien. Hay que afrontarla. Pero ¿necesariamente la podrás resolver poniendo todo tu foco en ella? Ya te digo que no, porque no, porque nunca ha funcionado así. Porque desde la claridad mental de que dispones en este preciso momento, no la puedes solucionar. Tienes que abrirte, tienes que abrir tu mente, haciendo más grande tu perspectiva. ¿Y cómo se consigue eso?

Tu mente, tu cuerpo y tu consciencia es tu pack en la vida.

O sea, no solo dispones de tu mente. Y tu mente ahora mismo, está en el nivel que está. Pues echemos mano del resto de integrantes de la ecuación:

-La consciencia, el interior… si practicas meditación, puedes encontrar la solución allí, desde luego está, pero dependerá que te sea concedida en función del nivel de conciencia que tengas, también.

-Por otro lado, tu cuerpo… acción. Si haces otras cosas, si te pones en funcionamiento, si te mueves… haces a la mente despejarse, abrirse.

Si diriges tu cuerpo y tu mente hacia otras cosas que no sean tu dificultad, la mente puede volver a ella, pero no estará todo el tiempo enfrascada. Estará abriéndose a nuevas ideas, nuevos conceptos, nuevos proyectos, otras cosas que atender, otras cosas a las que dedicar atención, otras personas, otras situaciones… ¿y eso a qué conduce?

Pues, al principio cuesta un poco no volver a pensar en la dificultad, algo hace que una y otra vez recaigas en ella, a fin de cuentas es tu realidad y la estás viviendo y lo estás pasando mal, así que el ego (que solo lucha por la supervivencia) te lleva de vuelta a ella.

Pero la vida está tratando de enseñarte algo. Y eso el ego no lo sabe.

Y lo que tienes que aprender, probablemente está por otro sitio, que no tiene nada que ver con tu dificultad. Tú te enfrascas en ella, pero lo que tienes que aprender no está en tu dificultad. Entonces, sufres y se alarga el proceso.

Yo no sé por qué la vida es así, por qué actúa así, pero ya entiendo ese proceso.

En el momento derivas tu atención de tu dificultad a otras cosas (te concentras en otras cosas) comienza tu aprendizaje, tu desarrollo, en otro ámbito (da igual en cuál sea), en otro aspecto de tu vida. Y, parece ser que por ahí es por donde tú debes recibir un aprendizaje, sea consciente para ti o no. Debes aprender algo en algún aspecto de tu vida para que la dificultad que tienes se pueda resolver. Sepas o no lo que tienes que aprender o cómo aprenderlo, no está en tu dificultad, o no está en ella solo.

Y, recuerda que lo que aprendemos es porque aún no lo hemos conocido. Cuando los niños aprenden a leer, antes no sabían leer, no sabían lo que era leer. ¿Me sigues?

Aprendes algo que ahora mismo no sabes. Aún no sabes lo que tienes que aprender, porque aún no lo conoces. Comienza tu aprendizaje de algo en otra cosa distinta de tu dificultad. Por eso, no hay que centrar toda la atención en ella, hay que centrarla en el resto de la vida, para descubrir qué es lo que debemos aprender.

Y, por otro lado, para ser quien tienes que ser para conseguir tu objetivo, tienes que desarrollarte, tienes que aprender algo. Una vez aprendido, la vida te pone las situaciones, las personas, o lo que sea para que tu dificultad se resuelva. Y tú ya has crecido. Y, además, estás en el camino hacia tu objetivo.

Sí, ya se que cuesta asimilar esto, ya sé que puede costar entenderlo, pero es que aún no lo has aprendido, es algo nuevo para ti. Y llevamos toda la vida pensando las mismas cosas… es normal que cueste aprender a pensar de forma diferente.

Todo esto es bastante profundo.

La vida, en su juego o en su infinita sabiduría, llámalo como quieras, te pone una dificultad, pero no para ponerte trabas en tu vida (esa es la manera habitual de pensarlo), sino para que tú puedas desarrollarte hacia tu objetivo o deseo de Ser. Ahí está su magia, que, aunque no entendamos, existe.

Por eso te digo que no hace falta sufrir, que esta vida no está hecha para sufrir, como mucha gente (erróneamente, desde mi punto de vista) piensa y cree firmemente, sino para evolucionar, para desarrollarnos, para conseguir aquello que queremos conseguir, porque lo llevamos dentro de nosotros. Si el deseo viene de dentro, lo vas a conseguir.

«caminante no hay camino, se hace camino al andar»

En ese camino tú aprendes, en el camino hacia tu deseo. La vida te trae tu camino, tu camino hacia tu deseo, ni más ni menos. Si sientes que te cuesta transitar ese camino, es porque no aceptas, porque aún no entiendes que hay que aprender, que la dificultad o el problema solo es una señal para ti, solo eso. No te aferres a la señal, sino al camino. Y el camino es algo nuevo que aprender. Tu vida eres tú y todos los aspectos de tu vida, no una dificultad concreta.

Abre tu mente, más allá de tu dificultad. Mira el largo y ancho de tu vida, descubre nuevas posibilidades, no te cierres en lo que conoces, porque algo debes aprender aunque no lo sepas, porque aún no lo conoces.

Y, ten la seguridad de que lo que tengas que aprender, seas quien seas y en la situación de vida que tengas, es para llegar a tu deseo, a tu objetivo.

Piensa diferente, la vida no es mala. No hay bueno y malo. La vida solo quiere darte. Te dá lo que le pides (aunque no entiendas sus maneras). Te da para que consigas lo que quieres, lo que hay dentro de ti para sacar, para ser quien quieres ser, para ser quien está preparado para ser, PARA SER TÚ.

Quizás esto es lo que llaman fluir con la vida.

∞ Mariposa… ¿será fluir Volar?

Lo comprobaremos.

Con cariño,

Mariposa Azul de Luz

P.D1: yo entendía que, frente a una dificultad, había que encontrar un aprendizaje; lo que tanto me costó, fue entender que lo que había que aprender no estaba en la dificultad, sino en otro aspecto de la vida. O yo no estaba preparada para saber esto o no había leído a nadie que lo transmitiera así. No es solo que no prestes tu atención al problema, sino que hay que aprender algo por otro lado. Aprendí el cómo y el porqué y por eso te lo traigo. Seguimos convenciendo al ego…

P.D2: Te recomiendo que vuelvas a leer el artículo.;)

Imagen: Google

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