No es una mera frase más. Ir en pos de tus sueños conlleva dedicación, esfuerzo e incluso sacrificio.
Es más cómodo quedarse en la «cama», o seguir con lo mismo de siempre.
No es una mera frase más. Ir en pos de tus sueños conlleva dedicación, esfuerzo e incluso sacrificio.
Es más cómodo quedarse en la «cama», o seguir con lo mismo de siempre.
El otro día caía en la cuenta de las fechas en las que estamos. Estamos en el último trimestre del año.
Probablemente a principios de año o a raiz de haber leído alguno de mis artículos, el de Visual Board u otros, te has planteado objetivos a cumplir; y, si has hecho tus deberes en los dos últimos artículos y ya sabes los valores que mueven tu vida, puede que también te hayan surgido nuevas metas que quieres conseguir.
Todavía estamos a tiempo de conseguir algo este año, por pequeño que sea, será un logro.
Seguimos pensando en lo que no tenemos, en lo que no podemos conseguir, en lo que no hemos hecho, en lo que no hemos dicho, en lo que cuesta todo… jjjj. Permíteme que me ría, y perdona por hacerlo. Pero eso es el ego. Más y más, más y más. Está bien. Queremos más, y, en parte, es bueno; porque si no quieres más, ¿cómo te vas a superar?, ¿cómo vas a ser mejor?
Te recuerdo: ser mejor no es más que superarte poco a poco. Dime, ¿cómo te superas tú? No lo tienes claro ¿verdad? No acabas de entenderme cuando te pregunto esto o te digo lo de ser mejor… no sabes cómo se hace «eso».
Bien, te lo voy a decir yo, ya que tú crees que no me sabes contestar.