A ver, ¡el de las quejas! , que hablábamos en un artículo anterior.
Ven «pa´acá», que quiero hablar contigo. Jjjj.
Creo que empieza a estar claro que lo primero son los pensamientos. Darse cuenta de los pensamientos que tenemos es el primer paso.
El que se queja, lo hace por hábito y sin pensar. Cuando seas consciente de lo que estás pensando ¡bien! has dado con el primer paso. Sólo hay un camino desde ahí, y es muy simple:
No quejarte. Así de simple. ¿Ves qué sencillo?