Tengo perro.
En el momento de escribir este artículo aún no tiene ni 5 meses.
Y ya me ha aportado una valiosa lección.
Yo quiero ser perro… por un día. Jjjj.
Tengo perro.
En el momento de escribir este artículo aún no tiene ni 5 meses.
Y ya me ha aportado una valiosa lección.
Yo quiero ser perro… por un día. Jjjj.
Buscando la definición de ego, para situarte en el artículo, me pierdo por internet, porque nadie parece ponerse de acuerdo en su definición.
Pero te puedo decir como introducción que el ego se aleja de la sencillez y se caracteriza por la complicación.
Según el ego, tu identidad depende de lo que los demás piensen de ti, es la culpa, la exigencia, el perfeccionismo, la necesidad de ganar o tener razón, la avaricia, la ambición desmedida… y, sobre todo, nos confunde y nos aleja de nuestro interior.
A ver, ¡el de las quejas! , que hablábamos en un artículo anterior.
Ven «pa´acá», que quiero hablar contigo. Jjjj.
Creo que empieza a estar claro que lo primero son los pensamientos. Darse cuenta de los pensamientos que tenemos es el primer paso.
El que se queja, lo hace por hábito y sin pensar. Cuando seas consciente de lo que estás pensando ¡bien! has dado con el primer paso. Sólo hay un camino desde ahí, y es muy simple: