Pon la música bajita:
Seguro que recibes críticas, quejas y que siempre te dicen lo que haces mal o lo que has dejado de hacer, o te llaman la atención por tus errores…
Y, lo que es peor, seguro que tú mismo te machacas con todo lo que no haces bien, con los errores y fallos que cometes, con lo que no has acabado; y te juzgas, constantemente, por cada cosa que no está como tú quieres.
¿Me equivoco?
Creo que no. Y, si me equivoco, me alegro por ti.
Hoy vamos a plantear otra posibilidad.