El día internacional del libro se celebra hoy, 23 de abril, desde hace más de 20 años y coincide con el aniversario de la muerte de Cervantes y Shakespeare.
Me apetecía, pues, hablar sobre algún libro o autor, para honrar la fecha.
Si bien mis lecturas ya tienen un carácter mucho más profundo, requieren mayor entendimiento e implicación, y giran sobre temas espirituales del Ser, me ha llamado la atención una estrategia de Elsa Punset en «El libro de las pequeñas revoluciones», que contiene 250 rutinas exprés para mejorar tu día a día. Son recursos muy claros, sencillos y breves con ejercicios.
Hoy te traigo uno de ellos que me ha llamado la atención. Es una estrategia adaptada por Elsa Punset de la psicóloga Lauren Feiner. No forma parte de mi experiencia, por lo que no puedo dar mi punto de vista, pero seguro que puede venirte bien.
Lo transcribo tal cual:
Una estrategia para los pensamientos obsesivos.
¿Tiendes a revivir una y otra vez las situaciones negativas que te han ocurrido? Es lo que se llama «rumiar», y significa que tu mente repite una y otra vez las secuencias de las situaciones que te han dolido, sea una ruptura, un fracaso en el trabajo… Incluso cuando el día ha sido bueno, tendemos a centrarnos en aquello que no ha ido tan bien, como cuando el jefe nos ha criticado delante de los colegas.
Aunque reflexionar acerca de experiencias desagradables puede ser bueno si con ello aprendemoss a resolver problemas o a tomar buenas decisiones, rumiar es otra cosa. Rumiar no suele ofrecer nuevas perspectivas sobre un problema, y más bien intensifica las emociones negativas. En vez de poner la situación en perspectiva, cuando rumias cierras el foco en lo negativo.
Si algo te está haciendo rumiar obsesivamente, no suele ser de mucha ayuda que te digan que lo olvides. Más bien, deberías aprender a preocuparte de una forma más eficiente. ¡Aquí tienes cómo hacerlo!
LA RUTINA: Elige un momento del día en que puedas dedicarte a meditar de forma ininterrumpida entre quince y veinte minutos. Podría ser la ducha de la mañana, o el tiempo que pasas en el autobús camino del trabajo… Para no pasarte con el tiempo, pon un cronómetro. La única hora que no funciona bien para rumiar es por la noche, antes de dormir.
Cuando llegue el momento de rumiar, cierra los ojos e imagina que sacas de un cajón tu preocupación. Abre los ojos y empieza a preocuparte, a darle vueltas al tema. Si te ayuda, dibuja o apunta tus pensamientos en un papel. ¡No te cortes! Preocúpate a fondo. Pero al final del tiempo prescrito (entre quince y veinte minutos), ¡para!
Cierra los ojos de nuevo e imagina que vuelves a poner tu preocupación en el cajón, y que no lo volverás a abrir hasta el día siguiente.
Abre los ojos y sigue con tu día.
¿Qué te ha parecido?
¿Crees que solo dedicar 15 minutos al día a tu preocupación o pensamiento recurrente son suficientes? ¿Prefieres estar todo el día rumiando en un círculo vicioso que no lleva a ninguna parte? Guardarlo en el cajón y olvidarse hasta el día siguiente parece acertado, ¿crees que lo conseguirás?
Muchas de las claves que aporta Elsa Punset en este libro son de este tipo, algunas te las he ido trayendo, pues son de conocimiento común y está demostrado su valor psicológico en las personas, solo que yo te lo traigo a mi manera, jjj.
Y no, no puedo quedarme sin dar mi valoración, sería negar mi expresividad. Si bien me ha llamado la atención por su sencillez y reconozco que muchas veces las personas nos enfrascamos mentalmente en rumiar nuestras preocupaciones, se me queda corto.
Tal vez hubiera sido efectivo para nuestra parte de aletear, pero ¡es que ahora ya estamos en fase de volar! A mí personalmente, no me resuelve todo guardar mi preocupación en un cajón, no le veo el sentido, ni me la quita ni me la resuelve, solo me hace no estar rumiando todo el día, que sí es positivo, pero desde mi punto de vista, la perpetúa.
A fecha de hoy, la clave más poderosa que conozco y que acaba con todo, con TODO, es el poder del Ahora, de Eckhart Tolle. Ya te recomendé este libro, y si bien no es fácil leerlo y también cuesta llevarlo a la práctica, releerlo te va abriendo las posibilidades de centrarte en el momento presente. Ahí sí que se desvanecen las preocupaciones. Ahí no tiene entrada nada negativo, preocupante, doloroso o inquietante. En el presente solo hay el momento presente. Y el momento presente es el que es.
Pero hablar de este impactante libro y la enseñanza de Eckhart Tolle puede llevarme muchos artículos… y eso será en el futuro.
Ahora, hoy, te he traído una estrategia de Elsa Punset que me parece acertada dependiendo de la fase de mariposa en la que estés.
Seguro que te va a ir bien.
Pon en práctica esta estrategia para los pensamientos posesivos obsesivos (¡cómo se me han ido las manos!!, es que en realidad, los pensamientos obsesivos te poseen a ti, no tú a ellos), pero comenzar por guardarlos en un cajón parece buena idea.
Con cariño,
Mariposa Azul de Luz
Buenos dias!! Toda la razon tienes!! A veces estamos dandole vueltas a una cosa que nos sale mal puntual… Todo el santo dia!! I hace que no disfrutrmos de las pequeñas cosas positivas q nos suceden. Buena idea lo del «cajon». GRACIAS MARIPOSA AZUL DE LUZ!! BSTS
Gracias a ti, Eva!! Así es, dándole vueltas todo el santo día… es agotador y no sirve de nada. Guardarla en el cajón y solo sacarlo para desahogarse es un recurso sencillo y práctico.
Un fuerte abrazo y mil gracias por comentar!<3
Gracias siempre a ti, Suset!! A mí también me cuadra lo de «rumiar», jjj. Me alegra que te sea de ayuda, necesitas concentrarte en tu proyecto!!
Un abrazo grande, corazón <3
Darse un respiro a eso que nos está rumiando el pensamiento es la bocanada de aire para no ahogarse en ese remolino que nos arrastra. La única manera, precisamente, de salir de un remolino es nadar a favor de su corriente pero en sesgado hacía fuera, si lo aplicamos a lo que nos atormenta igual podemos, también, salir de su negativa influencia.
Saludos
Comparto tu perspectiva en cuanto a que los pensamientos obsesivos, recurrentes y negativos hay que abordarlos para poder diluirlos y que no lleguen a formar parte de uno mismo, dado que, de hecho, ese tipo de pensamientos no configuran nuestro ser.
Mil gracias, como siempre, por tus comentarios. Un abrazo<3